Como personas que somos, llegas a intentar empatizar con aquellos que te rodean intentando proyectar la tuya en ellos. A veces congenias tanto que parece que os conocéis de toda la vida, a veces esa conexión es por un tiempo limitado, y a veces chocas cual prueba de choque contra una pared. A lo largo de mi (corta) vida, me he enfrentado a muchas situaciones, pero algo común en ellas es actuar. Cuando hay un problema, ofreces una solución, y la sigues. A veces la solución que tomas no es la más optima, con lo que aprendes y te llenas de experiencia; en otras ocasiones, es completamente desacertada y el fracaso es muy fuerte, imagino que esas me han marcado más; y finalmente, muy pocas son, donde los astros se alinean y todo sale como la seda. Una sonrisa seguro que se dibujaría en mi cara.
¿Y a qué viene todo esto? Te preguntarás. Y haces bien, porque hoy quiero hablar de algo que es complicado, o por lo menos a mí me ha llevado un tiempo verlo. He aprendido que la personalidad que hay detrás de la persona es la que conforma a la persona, aunque se oculte por un tiempo. Tu cuerpo habla, tus expresiones hablan, y tal vez mi cara de desagrado hable más de la cuenta cuando veo muchas cosas que no me están hablando. Lo que quiero decir, es que te vas a chocar con mentes que no tienen objetivos, que dejan su vida ir a tu parecer, y que no persiguen un crecimiento personal. Eso a mí me choca tremendamente, y me hace perder mucho interés hacia la persona, pero hay que aprender a respetarlas evidentemente. Luego vas a ver a aquellos que intentan ser lo que no son, y terminarán por sacar aquel que son. Imagino que en este papel también me habré visto en muchas situaciones, pero es un papel que jugamos todos en tiempos determinados. A veces no es hasta un buen tiempo o un momento determinado que dejas de hacer el papel, o dejan de hacerlo, y realmente ves lo real. A veces bueno, a veces malo, pero en muchas ocasiones es un alivio.
Hoy hay sido uno de esos días que las cosas salen mal. Creo que todo ha salido mal. Pero si hay algo, en que creo que soy bueno, es que no me suelo dar por vencido. Después de muchas horas, después de muchas cosas, merece la pena ese esfuerzo y seguro, que eso que has aprendido, te servirá para un futuro. Por eso, y tal como titulo esta entrada. La vida es una serie de retos. Algunos sólo tienen uno, otros tienen muchos, que van consiguiendo y pasando al siguiente. Lo importante, ya tengas uno, o miles, es no dejar de luchar por conseguirlos. Porque entonces dejan de ser retos. Y evidentemente se llaman así, porque suponen un esfuerzo más allá de lo que estás acostumbrado. Y conseguir un reto, quiere decir que te has superado a ti mismo, con lo que eso se suma a tu persona, tu experiencia y en general a tu vida.